Rafael Álvarez Ovalle
Autor de la música del Himno Nacional de Guatemala.
Nació en San Juan Comalapa el 24 de Octubre de 1858 hijo de Ildefonsa Ovalle y Rosendo Álvarez, director de la Escuela de Música de Comalapa, recibió de su progenitor su primera formación musical. En 1871 su padre pasó a hacerse cargo de la Escuela de Música de Santa Lucía Cotzumalguapa, localidad en la que fallecería en 1874. Con sólo dieciséis años, Rafael Álvarez le sucedió en su cargo en la Escuela de Música.
Para profundizar en sus estudios musicales, se trasladó a la capital en 1879, y al poco tiempo ingresó en la Banda Marcial, que en aquel entonces se encontraba en un excelente nivel gracias a la dirección del famoso maestro Emilio Dressner. Dressner apreció el talento Rafael y de otros jóvenes pertenecientes a la Banda, y resolvió darles desinteresadamente clase de armonía y lecciones prácticas de instrumentación, además de estimularlos para la composición. Dressner abandonó sin embargo la Banda Marcial en 1885, a causa de las intrigas para hacerse con su dirección, y regresó a Alemania, dejando a sus discípulos sin maestro.
Ya en 1879 la Sociedad Literaria El Porvenir había realizado vanos intentos para dotar al país de un himno. En 1887, la jefatura del departamento de Guatemala convocó un concurso para elegir la música de la letra del Himno Popular que había compuesto el poeta Ramón P. Molina. Tomaron parte en el mismo diversos compositores y salió finalmente elegida la música del maestro Rafael Álvarez Ovalle, la cual acompañaría durante bastante tiempo la letra del poeta Molina.
Sin embargo, en 1896, el gobierno del entonces presidente José María Reina Barrios convocó un nuevo concurso para escoger la música y letra del Himno Nacional. Por acuerdo del 19 de febrero de 1897, fue declarado de nuevo ganador Rafael Álvarez como autor de la mejor música, mientras que unos versos de autor anónimo se llevaron el premio a la mejor letra. Hubo que esperar hasta 1911 para saber que el autor anónimo había sido el poeta cubano José Joaquin Palma, según declaró él mismo poco antes de morir.
A principios de la década de 1930 se produjo una fuerte polémica en torno a eventuales cambios en el texto del Himno Nacional. Fue entonces cuando el maestro guatemalteco José María Bonilla Ruano, educador y filólogo, realizó una revisión de cada uno de los versos del poema original. Además de encontrar alusiones agresivas contra España, también descubrió errores de forma y de fondo que debían corregirse. Así, por ejemplo, los colores de la bandera estaban cambiados en blanco, azul y blanco, y había un error en un verso que decía así: “Es tu enseña pedazo de cielo / entre nubes de nítida albura”. Bonilla Ruano hizo entonces las correcciones necesarias, las cuales fueron unánimemente elogiadas por los Académicos de Lengua Guatemalteca. La nueva y actual versión del Himno Nacional de Guatemala fue aprobada el 26 de julio de 1934 por el entonces presidente Jorge Ubico.